Exploración interactiva del codo
1. Anamnesis
Es importante antes de iniciar la exploración realizar una correcta anamnesis en cuanto a la sintomatología presente como puede ser dolor (ritmo mecánico o inflamatorio), tumefacción (antecedente traumático o sobreesfuerzo), limitación funcional (parcial o completa). Es importante saber también cuando se han iniciado los síntomas y si son continuos o intermitentes (relacionados con algún movimiento o actividad). Es interesante conocer también el tipo de actividad laboral y si conlleva la carga de pesos o movimientos repetitivos. Así mismo interrogaremos acerca de la presencia de síntomas neurológicos acompañantes como dolor neuropático o síntomas sensitivos (parestesias, disestesias, hipoestesia).
2. Inspección
Realizaremos la inspección de ambos codos para ver si existen asimetrías. Buscaremos signos de inflamación (tumefacción o eritema), evaluar si hay deformidad o tumoraciones y evaluaremos el estado de los tejidos para ver si existen atrofias o cicatrices. En el caso de sospecha de infección buscaremos también posibles puertas de entrada local.
3. Palpación
Se explorarán siempre ambos codos comenzando preferentemente por el sano o menos doloroso. Palparemos las diferentes estructuras para buscar puntos desencadenantes de dolor (como los epicóndilos o a nivel olecraneano). Intentaremos también ver si hay datos de sinovitis (tumefacción y/o aumento de la temperatura local) y la presencia de tumores o masas. También es interesante ver si la tumefacción es difusa (sinovitis) o localizada a nivel olecraneano (bursitis). Ver Figuras 1 y 2
Figura 1. Artritis de codo
Figura 2. Bursitis olecraneana de codo
4. Exploración
Comenzaremos por evaluar los rango de movilidad de ambos codos comparando el sano con el sintomático y ver si existen diferencias en los rangos de movilidad. Ver Figura 3
Figura 3. Rangos de movilidad del codo
- Epicondilitis lateral o epicondilitis. Dolor selectivo a nivel del epicondilo lateral. Para explorar la epicondilitis tenemos varias maniobras:
- Test de Cozen. Se realiza una extensión contrarresistencia de la muñeca del paciente mientras este mantiene el codo en extensión, el antebrazo pronado y el puño cerrado. Ver aquí
- Test de Maudsley. Se realiza una extensión contra la resistencia del examinador del tercer dedo con el codo completamente extendido, produciendo dolor en la inserción del extensor común. Ver aquí
- Epicondilitis medial o epitrocleítis. Dolor localizado a nivel de epicondilo medial. Para facilitarnos el diagnóstico, podemos realizar una flexión y pronación contrarresistencia con el codo del paciente en extensión completa; la aparición de dolor nos puede sugerir la presencia de epicondilitis medial. Ver aquí
- Síndrome del Túnel Cubital. Clínicamente, podemos encontrarnos con parestesias en los dedos cuarto y quinto, debilidad de la musculatura intrínseca de la mano y pérdida de la fuerza de agarre. En casos crónicos y avanzados podemos observar atrofia de los músculos interóseos o una mano en garra de los dedos cuarto y quinto. Existe varias maniobras para su exploración:
- Signo de Tinel. Se realiza la percusión del nervio cubital en el canal cubital. Ver aquí
- Test de flexión del codo (elbow flexion test). Mantenemos el codo del paciente en flexión máxima con la muñeca y el hombro en posición neutra durante al menos 3 minutos; la aparición de parestesias en territorio cubital nos señala un resultado positivo. Ver aquí
- Test de rotación interna del hombro (shoulder internal rotation test). Actualmente más empleado por requerir tan solo 10 segundos. Para realizarlo, colocamos el hombro del paciente a 90° de abducción y rotación interna máxima y mantenemos el codo del paciente a 90° de flexión con el antebrazo en pronosupinación media y la muñeca y los dedos en extensión. Se considera positiva la prueba si aparece dolor o parestesias en territorio cubital en los primeros 10 segundos. Ver aquí
- Síndrome del túnel radial. Clínicamente, nos encontramos con un dolor sordo, insidioso, en la región dorsolateral del codo y el antebrazo que se puede irradiar a la muñeca, acompañado en ocasiones de debilidad para la extensión de los dedos y la muñeca. La aparición de hipoestesia en el territorio radial superficial nos indica compresión proximal a la arcada de Frohse. A diferencia de la epicondilitis, el dolor a la palpación se presenta en los 4 a 6 cm distales al epicóndilo lateral. Clásicamente, aparece dolor con la supinación resistida con el hombro en aducción y el codo flexionado 90°. La maniobra de Maudsley también puede resultar positiva en estos pacientes. Ver aquí
- Patología articulación radiocapitelar.
- Osteocondritis disecante. Clínicamente con crepitación y dolor al realizar la pronosupinación. Test de compresión radiocapitelar: podemos reproducir los síntomas. Para ello, solicitamos al paciente que realice una pronosupinación activa del antebrazo con el codo en extensión completa mientras aplicamos una carga axial sobre la articulación.
- Plica sinovial. También puede provocar sintomatología mecánica en el carpo. Mediante la maniobra de flexión y pronación (podemos reproducir los síntomas producidos por una plica anterolateral, realizando una flexión del codo con el antebrazo en pronación desde la extensión máxima. La aparición de dolor en el rango de los 90-110° considera positivo el test. De igual modo, con la maniobra de extensión y supinación ponemos en evidencia la existencia de una plica posterolateral, realizando una extensión de codo desde la flexión máxima con el antebrazo supinado. El paciente experimentará dolor en los últimos grados de extensión.
Francisco Dokushô Villalba
Bibliografía
1. Soriano-Part, J. et al. Biomecánica y exploración del codo. Rev Esp Traum Lab. 2021;4(2):89-97
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